martes, 1 de mayo de 2012

 CASA



Mi casa escucha
oculta su desnudez
con las flores que derrama el cielo.

Las puertas del mundo dan a mi casa
que conquista destellos
cada vez que respiran
               sus paredes de viento.

Ven las escaleras
con gradas en los pies
la raíz de mi guarida
hilván de vasto terreno.

Mi lecho tibio cobija cantos
si el sol se tiende en él.

El cielo de mi casa ve
con ojos de noche
las moradas nebulosas
                   timbres del Universo.



Marian Pipitone